segunda-feira, 31 de março de 2008

Ucrania: tensión geopolítica

José Joaquim G. da Costa Filho
Esta semana podrá representar un momento de cambio en la historia política ucraniana después del fin de la Guerra Fría. La cumbre de la OTAN que ocurrirá en Bucarest discutirá la posibilidad del establecimiento de un Plan de Acción para que Ucrania se vuelva un miembro de esta Alianza. La simple suposición de ser un miembro de OTAN por parte del gobierno ucranio ya generó fuertes reacciones en Moscú. Entonces si se confirma la candidatura, es cierto que la respuesta rusa será muy rápida y posiblemente devastadora para la antigua república soviética del este europeo.
Internamente hay una gran división. Por un lado, la coalición de gobierno formada por el presidente Yushchenko y la Primera Ministra Yulia Timoshenko claramente defiende una aproximación de Ucrania con la UE y la OTAN. Por otro lado, la gran mayoría de la población y del parlamento rechaza la idea de ingresar a la Alianza Atlántica. Menos de 20% está a favor de la propuesta del gobierno y el parlamento hizo un boicoteo y exigió un referéndum sobre la cuestión.
En Ucrania la influencia rusa todavía es muy fuerte. Un ejemplo representativo es el hecho de que las fronteras entre los dos países no están totalmente delimitadas. El propio nombre del país, Ucrania, significa en eslavo antiguo la “tierra al borde” y realmente esta zona fue tradicionalmente utilizada por Rusia como una plataforma para la proyección de su poder internacionalmente. Por eso los analistas temen las consecuencias de la reacción rusa a la confirmación de este país como un candidato a miembro de OTAN que resultará en una salida de su órbita de influencia. A esto, se le suma la frágil situación institucional del gobierno ucranio que por muchas décadas estuvo subyugado a la dominación directa del Kremlin.
Por fin, una suposición que surgió en los últimos días hizo la temperatura en el leste europeo subir mucho. Se especula que el presidente Yushchenko, junto con su hermano Piotr Yushchenko, planean independizar la Iglesia Ortodoxa Ucrania de la autoridad del Patriarca de Moscú. Esto sería un gran cambio social y estratégico. Respecto a la sociedad, está claro que la actual influencia religiosa rusa directa cesaría. En relación al campo estratégico, se dice que esta decisión puede ser muy importante para la independencia de la política externa ucrania frente al Kremlin una vez que las iglesias ortodoxas bajo la autoridad del Patriarca ruso son acusadas de espionaje para el régimen de Moscú. Pero la población no es a favor de este plan. Entonces aún no se sabe si será realmente puesto en práctica.
El futuro de Ucrania todavía es incierto. Sin embargo, es posible decir que las decisiones de esta semana tanto en la visita del presidente Bush a Kiev como en la cumbre de OTAN en Bucarest – la primera que asistirá el aún presidente Vladímir Putin - serán decisivas non sólo para Ucrania sino también para el balance de poder entre Estados Unidos y Rusia en el leste europeo.